Los errores a menudo son un tabú en la sociedad. Se nos dice que ocultemos nuestros fallos o que los atribuyamos a otros, haciendo todo lo posible por separarnos de la pesada carga de haber hecho algo mal.
Muchas personas no inician un negocio porque temen cometer fallos. Pero aquí está el secreto: los errores en los negocios no detienen tu impulso, al contrario, te ayudan a encontrar un camino mejor, especialmente al abrir una tienda online.
Una de las mejores estrategias para aumentar la confianza es tratar tus errores como recursos de aprendizaje. Después de todo, en el mundo del emprendimiento, cometerás muchas equivocaciones. No hay forma de evitarlo, pero sí puedes anticiparte a algunas de ellas.
En esta guía encontrarás los errores más comunes y 10 consejos para evitar que tu negocio pierda oportunidades de éxito.
ÍNDICE
10 errores de las pequeñas empresas al empezar
Los errores de las pequeñas empresas son habituales. No pasa nada. Ya sea que estés dirigiendo tu primer negocio o el quinto, la prevención es clave. Descubre a continuación los fallos más comunes que cometen los emprendedores y cómo puedes evitarlos:
1. No redactar un plan de negocios
Escribir un business plan es un paso importante para crear un negocio sostenible y destacar entre la competencia. Un plan de negocios estratégico fomenta el crecimiento, lo que significa que, al tener una idea clara y bien investigada, estás en la mejor posición para alcanzar el éxito. Dirigir un pequeño negocio ya es lo suficientemente desafiante; aprovecha todas las ventajas posibles.
Sin embargo, muchas nuevas pequeñas empresas comienzan su aventura sin pensar en el panorama general. Esto hace que no comprendan el mercado, las finanzas, el modelo de negocio o la logística, y esa falta de entendimiento puede costar tiempo, dinero y esfuerzo cuando las cosas salen mal. Además, no cuentan con una declaración de misión que sirva de guía cuando algo se complica.
Este es el primero de los errores de las pequeñas empresas y lo puedes evitar creando un plan de negocios que te ayude a identificar las incertidumbres y detectar los vacíos que hay que llenar. ¿Necesitas trabajar con un 3PL o harás envíos manuales? ¿Cómo fabricarás los productos? ¿A quién le estás vendiendo?
Cada producto que crees debe relacionarse con tu plan de negocios. Esto te ayudará a mantenerte en el camino correcto para satisfacer los requisitos y objetivos de tu negocio, y a construir una empresa sólida que no fracase. ¿No sabes por dónde empezar? Utiliza nuestra plantilla de plan de empresa gratuita como guía.
2. No enfocarse en el flujo de caja y las ganancias
Dentro de los errores financieros que cometen las pequeñas empresas, es habitual no prestar atención al flujo de caja y a los márgenes de ganancia.
Si le preguntas a cualquier emprendedor experimentado cuál es la habilidad más importante para dirigir un negocio, te dirá que son las matemáticas. Muchos comienzan su negocio como un pasatiempo y no prestan la atención necesaria a los números.
Las matemáticas en los negocios funcionan de manera muy simple. Para ver lo rentable que puede ser tu ecommerce, utiliza esta fórmula:
Ganancias = Demanda x (Ingresos - Gastos)
Y hay muchos gastos que contabilizar. Según una investigación de Shopify (en inglés) las pequeñas empresas en Estados Unidos gastan un promedio de 40.000 dólares durante su primer año.
¿Cómo puedes aplicar la fórmula de ganancias anterior? Imagina que hay 20.000 personas buscando tu producto online cada mes. Si logras captar la atención de la mitad, serán 10.000 compradores potenciales.
Con una tasa de conversión entre un 1 % y un 2 %, esto equivale a entre 100 y 200 ventas. Suponiendo que el valor promedio de pedido es de 100 euros y tienes un margen de ganancia neto del 30 %, tus ganancias oscilarán entre 3.000 y 6.000 euros al mes.
Por supuesto, estas son estimaciones muy aproximadas. Pero sea lo que sea en lo que te embarques, si has hecho los cálculos, sabes a lo que te enfrentas. Evita este error común llevando un registro de tus ganancias potenciales y el flujo de caja utilizando la fórmula anterior.
Recursos:
- Guía de contabilidad para pequeños negocios
- 6 formas de mejorar el margen de ganancias de tu negocio
- ¿Qué es la contabilidad de una empresa? Guía para principiantes
- ¿Cuánto cuesta montar una tienda online en 2025?
3. No validar tu idea de negocio
Uno de los mayores errores de las pequeñas empresas al iniciar un nuevo negocio es no realizar un estudio de mercado. Es imprescindible aprender sobre la competencia y entender cómo diferenciarte de ellos. Tus competidores pueden ser otros pequeños negocios que ofrecen los mismos productos que tú, o gigantes del mercado como Amazon y eBay.
A veces, los emprendedores se lanzan a un nicho de mercado sin determinar si es adecuado o no. Un nicho puede tener baja demanda y demasiada competencia establecida. Y cuando esto ocurre, quizá no es buena idea dejar que sea la base de tu negocio.
Para entender el panorama del mercado, necesitarás hacer algo de investigación. Encuentra a los competidores de tu nicho y observa:
- El número de reseñas en online
- La interacción en redes sociales
- Sus hábitos de blogging
- La cobertura en medios
- Las clasificaciones de optimización para motores de búsqueda (SEO)
Evalúa también si el mercado es solo una tendencia o si es una categoría sostenible en la que puedes crecer con el tiempo.
Con una comprensión sólida de la situación del mercado, no tendrás problemas para construir un negocio en el nicho correcto.
Recursos:
- Demanda de mercado: cómo identificarla y calcularla
- Investigación de producto: Encontrar las mejores ideas para productos en 2024
4. Ofrecer demasiados productos
Otro de los grandes errores de las pequeñas empresas es vender demasiados productos. A veces, si un producto no se vende bien, se suelen añadir más productos a la tienda para atraer a posibles clientes. Sin embargo, esto no siempre ayuda.
Imagina que tienes una tienda que vende bolsas reciclables ecológicas, pero nadie las compra. Entonces agregas más productos ecológicos de tu proveedor. Al final, terminas con una mezcla de productos sin relación entre ellos, más allá de ser ecológicos.
Si tu marca se centra en bolsas y no en otros productos ecológicos, será difícil atraer al cliente adecuado. Para evitarlo, enfócate siempre en tu propuesta principal.
El error aquí es, más que de marca, es de producto. Construir una marca es tan importante como los artículos que vendes, ya que define cómo las personas perciben tu negocio.
Aprende más: descubre cómo obtener productos a través de dropshipping.
5. No invertir en marketing orgánico
Uno de los errores más comunes de las pequeñas empresas es no enfocarse en el marketing orgánico. El atractivo de los anuncios pagados como PPC es comprensible: pagas por un anuncio, alguien hace clic y compra tus productos. Ingresos inmediatos.
Pero imagina si pudieras atraer tráfico a tu sitio de forma gratuita. A pesar de que crear contenido orgánico requiere una inversión inicial, más del 60 % de todo el tráfico en la web proviene de los resultados orgánicos de Google y otros buscadores. Solo en la primera página, los cinco primeros resultados orgánicos obtienen el 67,6 % de todos los clics.
A veces es difícil crear contenido para un nicho aburrido. ¿Cuánto se puede escribir sobre bolsas reutilizables? La clave aquí es hacer marketing de contenido no según el producto, sino según tus clientes—una investigación de mercado es clave para dar con sus gustos y necesidades que puedes cubrir.
Siguiendo con el ejemplo de las bolsas reutilizables, ¿quién podría querer comprarlas? Alguien que se preocupe por el medio ambiente, ¿verdad? También es probable que le interese comer sano, hacer ejercicio, practicar yoga y el bienestar natural. Estas son todas conjeturas iniciales, pero un poco de investigación puede confirmarlas.
Al construir tu estrategia de marketing de contenido en torno a este cliente ideal en lugar de alrededor de un producto, tendrás mucho más de qué escribir y una gran variedad de formas de conectar con tu audiencia.
Incluso si tu nicho es muy técnico y logras escribir de 50 a 100 artículos solo sobre las sutilezas de tu producto, esta información tendrá un alcance limitado. Para optimizar tu esfuerzo, debes encontrar más puntos en común con tus clientes, más allá del hecho de que están comprando algo que vendes.
6. No pensar bien en los regalos y concursos
Muchas empresas fracasan por gastar demasiado en regalos y concursos. Otras, en cambio, consiguen buenos resultados ofreciendo obsequios o artículos gratuitos.
Los regalos, concursos y sorteos son una forma efectiva de promocionar un producto, pero no son adecuados para todos los nichos. Suelen funcionar con productos perecederos o consumibles: cuidado de la piel, alimentos, suplementos, etc. Para todos los demás productos, incluso si es algo que alguien podría volver a pedir, como una prenda de vestir, es muy difícil diseñar una estrategia realmente efectiva.
7. No contratar o buscar ayuda
Hacerlo todo solo es la principal filosofía de muchos emprendedores.
En economía, existe un concepto llamado coste de oportunidad. Esencialmente, cuando eliges aprovechar una oportunidad, ese “coste” implica que tu tiempo ya no está disponible para otras oportunidades. Es decir, que el precio a pagar son las posibilidades que dejas pasar.
Si estás financiando tu propio negocio, lo más probable es que te hayas encargado de todo. Creaste la web, ajustaste el diseño, subiste los artículos, escribiste las descripciones de productos, hiciste el marketing… todo un espectáculo en solitario.
El problema aquí es que, aunque ser así de autosuficiente es genial, también consume una cantidad increíble de tiempo. Un tiempo que podrías estar dedicando a otras cosas: pasándolo con tu familia, cocinando nuevas ideas o construyendo relaciones comerciales, por ejemplo.
Las tareas menores vienen en dos variedades: necesarias e innecesarias.
Es importante automatizar tantas tareas menores necesarias como sea posible. Este proceso te costará algo de dinero, pero el dolor de cabeza y la angustia que te ahorras generalmente superan la inversión. Además, a menudo puedes encontrar personas que estarán encantadas de hacer estas tareas (subida de inventario, entrada de datos, etc.) por una suma razonable.
Las tareas menores innecesarias deben ir a la lista de eliminación. Por innecesarias, me refiero a cosas como pasar demasiado tiempo ajustando el logo de tu sitio, manipulando tamaños de imagen, entrando en detalles innecesarios sobre el color de un botón, o algún otro cambio menor que probablemente solo tú hayas notado.
Algunas de las tareas mencionadas pueden tener un efecto positivo en tus conversiones. Pero solo lo sabrás una vez que tengas muchos visitantes y ventas con qué comparar. En las primeras etapas de tu negocio, es mejor evitarlas. Especialmente porque, después de dos horas de ajustes, sentirás que hiciste mucho trabajo, pero en realidad, tu tiempo podría haberse utilizado mejor.
Una decisión empresarial que tendrás que tomar es si necesitas contratar ayuda. Esto podría ser a través de un cofundador, un freelancer o incluso un empleado a tiempo parcial o completo para realizar tareas y contribuir al crecimiento de tu negocio. Recuerda: no tienes que hacerlo todo tú solo.
8. No conocer a tu público objetivo
Una investigación de calidad consta de dos partes: encontrar ideas de productos y conocer a tus clientes. La cuestión aquí es que puedes tener clientes y luego construir un producto, pero es muy difícil tener un producto y luego buscar clientes.
La mayoría de la sabiduría convencional dice que mires los números y la analítica al investigar un nicho, y eso es absolutamente necesario. Pero otro paso crítico que la mayoría de los emprendedores omite es encontrar un cliente ideal y construir un perfil de cliente.
"La mejor estrategia que un emprendedor que se autofinancia puede tomar para entender a sus clientes es mantener conversaciones constantes con ellos", explica Adrienne Barnes, fundadora de Best Buyer Persona. "Crea un entorno donde cada persona que interactúa con el cliente recopile datos para conocerlo mejor."
Cuando sabes quiénes son tus clientes, cómo se comportan y por qué actúan de esa forma, podrás atenderlos de una manera que satisfaga sus necesidades.
Adrienne Barnes
Incluso si tu nicho tiene suficiente demanda y una buena selección de productos, sin conocer a tu cliente ideal, será mucho más difícil vender.
Si indagas lo suficiente, descubrirás que dentro de cada nicho hay otros subnichos. Cuanto más puedas segmentar, mejor, ya que será más fácil identificar las necesidades específicas de tus clientes.
9. No tener un plan de marketing sólido
“Si no planificas, estás planeando fracasar”, o eso dice el refrán.
Cuando configuras un ecommerce, y sabes quiénes son tus clientes y dónde puedes encontrarlos, establecer tu plan de marketing debería ser fácil.
Por el contrario, si no conoces esos detalles, tus campañas de marketing serán como lanzar flechas en la oscuridad: haciendo una cosa tras otra y esperando que algo funcione.
Los profesionales de marketing con una estrategia documentada tienen un 313 % más de probabilidades de alcanzar el éxito.
Si bien todo negocio de comercio electrónico debería tener un plan de marketing bien estructurado que cubra todos los aspectos, algunos canales serán, evidentemente, más efectivos que otros.
Hay negocios que se desempeñan mejor con publicidad de pago por clic (PPC), mientras que otros destacan con el SEO o las redes sociales. El correo electrónico también es un canal de ventas recurrente.
Sea cual sea tu plan, asegúrate de que está funcionando desde el momento de tu lanzamiento. Las nuevas oportunidades surgirán de forma natural, pero una base sólida te permitirá un crecimiento constante y escalable.
10. No proteger la propiedad intelectual
La propiedad intelectual es el conjunto de derechos legales que protegen las creaciones resultantes de una idea original, como obras artísticas, marcas, invenciones o diseños.
Tu negocio puede contar con una propiedad intelectual que necesites proteger de tus competidores. Esto incluye derechos de autor, marcas registradas, patentes y secretos comerciales, entre otros. Si tu propiedad intelectual es robada o infringida, puedes recurrir a normativas internacionales para llevar tu caso a los tribunales y defenderla.
Los derechos de propiedad intelectual varían según el país. Por lo tanto, debes proteger tus derechos de acuerdo con las leyes vigentes en el lugar donde operas.
Emprende un negocio exitoso desde cero
Después de repasar todos los errores de las pequeñas empresas, podrías estar preguntándote: ¿cómo sé si estoy en el camino correcto? Nadie puede predecir el futuro por ti. Así que, para ayudarte en tu recorrido, aquí tienes una lista breve del trabajo arduo, pero valioso, que debes hacer para lanzar y dirigir exitosamente un negocio online:
- Escribe un plan de negocios.
- Investiga tu nicho: ¿hay demanda?
- Conoce a tus clientes: ¿para quién estás resolviendo un problema?
- Encuentra un hueco en el mercado: ¿hay algún valor que puedas agregar, o solo eres una tienda más?
- Ten un plan de marketing en marcha e invierte en conseguir tráfico orgánico.
- Evita perder tiempo con distracciones.
- Contrata ayuda.
- Protege tu propiedad intelectual.
Y por último, pero no menos importante: ¡persevera!
La verdad es que, conforme tu negocio crece y triunfa, los errores nunca dejan de aparecer. Lo que cambia es cómo los superas. Aprendemos tanto de nuestros fallos como de nuestros éxitos.
Al comprender estos errores comunes desde el inicio, tienes gran parte del camino hecho para enfrentar cualquier desafío que surja en tu negocio.
Preguntas frecuentes sobre los errores de las pequeñas empresas
¿Por qué son buenos los errores de las pequeñas empresas?
Aunque la sociedad tiende a menospreciar los errores, en los negocios y en la vida, los errores pueden convertirse en valiosas lecciones para aprender. Siempre que el error no sea catastrófico para la salud de tu negocio, puedes utilizar esas lecciones para seguir mejorando.
¿Cuáles son los errores comunes de las pequeñas empresas?
¿Por qué fracasan la mayoría de los pequeños negocios?
La mayoría de los pequeños negocios fracasan como resultado de una acumulación de errores. Muy pocos se hunden por uno o dos contratiempos. En definitiva, las empresas cierran porque se quedan sin dinero o ya no tienen clientes que quieran comprar sus productos o servicios.