Moorea Seal terminó con su pareja después de años de relación, se mudó de hogar temporalmente, cerró sus tiendas minoristas y en línea, y dejó ir a todo su personal, y recién corría el mes de abril. Como muchos propietarios de pequeñas empresas en todo el mundo, Moorea se esfuerza por responder a la pregunta "¿Y ahora qué?". Para ella, este dolor colectivo global se ve agravado por la pérdida personal, pero ella ya ha pasado antes por esto; y por eso esta vez está preparada.
Moorea es escritora y sus libros se han publicado, además es fundadora de pequeñas empresas, creadora, y conectora de la comunidad. También ha sido una influencer desde antes de que los influencers fueran incluso influencers. Es un ser magnético y espiritual con una inclinación natural a ayudar y guiar a los demás. Sobre todo, es una maestra de la reinvención, y muchos de sus éxitos nacieron en tiempos de crisis.
Cuando tenía ocho años, los padres de Moorea anunciaron, sin previo aviso, que se mudarían del Reino Unido a los EE.UU., y que tendría que vender todos sus juguetes. "Monté mi sala de juegos como una tienda", dice. "Mi primera tienda". Fue víctima de bullying durante su paso por la escuela en Estados Unidos, y cuenta una infancia marcada por la muerte y los traumas familiares, las relaciones con el abuso y la tensión de dejar su religión. "Ha habido puntos en mi vida que han sido verdaderamente trágicos" -nos cuenta- "marcados por la pérdida extrema y un dolor inmenso".
La universidad fue una lucha para Moorea, también: "En ese momento pensé que significaba que no tendría éxito en la vida", dice. Sin embargo, se graduó de un programa de ilustración en medio de la recesión. Trabajando como niñera para pagar las cuentas, Moorea estaba aislada de sus amigos y familia. Se enseñó a sí misma a hacer joyas en su pequeño dormitorio y las vendió en Etsy. Empezó a escribir en un blog como una forma de superar el aislamiento, su blog la conectó con una comunidad, y esa comunidad resonó con su historia.
La influencia accidental
Moorea fue una de las primeras en adoptar Pinterest, donde logró un gran número de seguidores por accidente. Su influencia en la plataforma acabó por hacer que se asociara con marcas como Nordstrom, Anthropologie y L'Oreal, y aparecería junto a marcas como Martha Stewart y el Dr. Oz en las listas de creadores de gustos de Pinterest.
Pero Moorea desconfiaba del mundo de los influencers. "Después de un año o dos, pensé: No hay forma de que el mundo de las influencias vaya a durar'", no puedo confiar en esto para mis ingresos.” En 2013, construyó una red de seguridad y lanzó su tienda en línea en Shopify, aprovechando su actual base de seguidores.
Su marca homónima, Moorea Seal, se convirtió en una extensión de su cuenta de Pinterest, un lugar para coleccionar sus artículos favoritos. Vendió productos de más de 40 fabricantes, incluyendo los suyos, y se centró en lo artesanal y en la sustentabilidad. "Nadie hablaba realmente de la ética de las compras", dice, "y por eso mi sitio era muy único en ese momento".
Seis meses después de lanzar la tienda, Moorea recibió una llamada de un representante de Pinterest, que le dijo que los enlaces de los afiliados se estaban eliminando al día siguiente. "Para mí, eso significaba un ingreso de unos 3.000, 4.000 dólares al mes sólo por dejar de hacerlo", dice.
No me pagué nada durante los dos primeros años".
Moorea se abocó a su tienda para compensar la pérdida de ingresos. "No me compré nada durante los dos primeros años", dice. Tenía un socio y un miembro del personal, y ellos pusieron en marcha el negocio desde una pequeña habitación en un centro comunitario de la iglesia. "La ironía de ser la hija de un sacerdote que dejó la religión y está construyendo su negocio desde una sala de juegos para niños en una iglesia era una locura", dice. El trío creció más que el espacio y, al buscar nuevas oportunidades, Moorea pensó: "¿Y si intentamos encontrar un espacio que también fuera un escaparate, una especie de tienda temporal?"
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Tienda física y venta de libros
En 2014, el equipo firmó un contrato de arrendamiento en un espacio asequible que estaba en una línea principal de autobuses de Seattle. "Sólo puse mi nombre en la ventana realmente enorme y me aseguré de que el logo se viera igual que en Pinterest", dice Moorea. Funcionó. Ganó clientes de los transeúntes que la reconocieron por su presencia online, y el negocio creció, expandiéndose finalmente al local de al lado. "Era vendedora seis días a la semana", dice Moorea, "además de dirigirlo y construir nuestro equipo y vender en línea".
Pero Moorea seguía alimentando su comunidad en línea. Consiguió un contrato para un libro basado en una empresa de autocuidado en línea y, en 2015, publicó The 52 Lists Project (El proyecto de las 52 listas), el primero de una serie de libros de trabajo estilo diario destinados a fomentar el autodescubrimiento y a aumentar la atención a través de desafíos semanales de elaboración de listas.
Poco después, su negocio comenzó a crecer más que su espacio de venta al por menor. El equipo de Moorea invirtió en un local nuevo y más grande que representaba mejor la marca. "Pongo todo lo que he hecho de mis libros en mi negocio", dice. "Era un espacio caro de construir".
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El punto de quiebre
En marzo de 2020, la propagación de COVID-19 se aceleró en los EE.UU. y todo el país comenzó a cerrar. En Seattle, Moorea respondió rápidamente, comunicando sus medidas de precaución y ofreciendo a sus clientes y seguidores consejos para mantenerse seguros. Pero pronto, el gobierno local ordenó el cierre de los negocios no esenciales, y Moorea se vio obligada a cerrar sus puertas.
Mi personal no puede salir de sus casas. Tengo una persona que vive en una isla, y tienen que tomar un ferry a Seattle.
Por suerte, Moorea ya tenía un sólido negocio online para complementar el espacio de venta al por menor, y desvió la atención a su tienda en línea. Agrupó los libros de su serie 52 Lists con otros productos de cuidado personal: velas, bolígrafos para escribir en el diario, notas personalizadas escritas a mano con esperanza, en paquetes de cuidado que se agotaron rápidamente. Pero sin personal para ayudarla a cumplir con los pedidos, Moorea también terminó cerrando su tienda en línea.
Moorea me habla desde su Airbnb, donde planeaba quedarse sólo brevemente después de dejar su relación. Estaba lista para buscar un nuevo hogar permanente cuando Seattle implementó el confinamiento preventivo, requiriendo que todos los residentes se quedaran en casa. Ahora, está atrapada en el limbo. Moorea dice que se encuentra en una encrucijada en todos los aspectos de su vida: trabajo, hogar, relaciones. "Estoy experimentando muchas pérdidas", dice.
Pero Moorea tiene una perspectiva notablemente positiva: muchos de los éxitos de su vida se han manifestado desde un lugar de pérdida. Con muchas otras personas aisladas que buscan comunidad y conexión, Moorea ve una oportunidad para su próxima reinvención. Espera ampliar su historia de superación de varias formas de aislamiento en su propia vida y ser un ejemplo para los demás. "Literalmente se siente como, OK, Moorea, aquí está la razón por la que hiciste todas las cosas que hiciste durante los últimos 10 años", dice.
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Encontrar su propósito
Antes de que el COVID-19 forzara a Moorea a repensar su estrategia, su corazón ya estaba presionando por un cambio. La tienda era un sueño hecho realidad, pero le resultaba difícil separarse de su marca. "Teniendo tu nombre en un negocio, puedes perder tu identidad muy fácilmente", dice. En el otoño de 2019, Moorea ya había empezado a explorar qué más podría ser su espacio comercial. Se imaginó organizando eventos de restauración y sanación, videos musicales de baile y tatuajes. "No puedo desvincularlo de mi identidad, así que hagamos que sea un verdadero reflejo de mi identidad", dice.
Tengo que asegurarme de que mi negocio se centra más en lo que me importa a un nivel profundo, más que en la venta de productos".
Los eventos en persona están actualmente fuera de discusión mientras su ciudad esté cerrada. Pero el ejercicio de lluvia de ideas fue útil para planificar su próximo movimiento. "Necesito asegurarme de que mi negocio se centra más en lo que me importa a un nivel muy, muy profundo", dice. "Más que sólo vender productos". Con la tienda cerrada, Moorea ha encontrado el espacio para explorar esas cosas: la escritura, la espiritualidad y ser una guía para los demás.
"Mi propósito", dice Moorea, "es usar mis propias experiencias con el aislamiento, la depresión, la ansiedad y el estrés postraumático y ser un recurso para la gente". Últimamente, ha estado llevando a Instagram para ofrecer mensajes de inspiración y esperanza a otros. Tal vez se convierta en un podcast, dice, y probablemente en más libros.
Como siempre lo ha hecho, Moorea se mantiene abierta y se pone en modo de supervivencia. Está ofreciendo lecturas de tarot a sus seguidores de Instagram, lo que le está ayudando a generar suficientes ingresos para satisfacer sus necesidades básicas. Y está mirando hacia adelante.
"Seattle no va a estar cerrada por dos semanas", dice Moorea. "Mi tienda va a estar cerrada por un par de meses o permanentemente. Tengo que aceptarlo". Con esta nueva realidad, la visión de Moorea para su tienda minorista ha tomado una nueva vida. Su sitio Shopify, en su forma futura, será una manifestación virtual de su plan original. Dice que puede que siga vendiendo productos, pero que reflejarán su objetivo general de crear comunidad y espacio seguro. Y todo lo que construya a continuación implicará traer de vuelta a su personal. "Ellos realmente son como una familia".
A veces el mayor aprendizaje que haces en la vida es incómodo.
Sea cual sea el aspecto de la vida post-pandémica para Moorea, ella es optimista de que será una oportunidad para un renacimiento profesional muy necesario. Hasta entonces, se ha centrado en sus necesidades básicas: encontrar un lugar para vivir, aprender a cocinar para sí misma, y navegar en una tienda de comestibles. "Estoy aprendiendo algunas cosas básicas en un momento extraño", dice. ¿Su mensaje para los demás que están luchando? Puedes salir bien parado de esto en el otro lado, dice -es una prueba viviente- y puede que incluso seas mejor por ello.
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