Tienes una idea de producto brillante que arrasará en el mercado. Has dedicado un gran empeño en su diseño y ya visualizas el nombre de tu marca en boca de todos. Pero hay un problema: no tienes ni idea de cómo dar vida a tu producto.
¿Te suena esta situación? Para muchos empresarios y propietarios de tiendas, la manufacturación puede resultar algo misterioso y desalentador. Es el núcleo de todo negocio centrado en productos, pero navegar por el complejo mundo de las fábricas, las cadenas de montaje y las cadenas de suministro puede resultar abrumador, sobre todo ante retos recientes como la escasez de mano de obra, la recesión económica y las crisis de transporte.
Pero no todo son malas noticias: la industria manufacturera está evolucionando y adoptando nuevas tecnologías y métodos innovadores que están transformando la manera de crear productos y de entregarlos a los clientes. Descubre los entresijos de la fabricación para aprovechar estos avances y convertir tus ideas de producto en una realidad.
Esta completa guía desmitificará el proceso de manufacturación, explorando su historia, los métodos más habituales y cómo integrarlo fácilmente en una cadena de suministro más amplia. Tanto si eres un empresario experimentado como estás dando tus primeros pasos en este mundo, esta guía te proporcionará las estrategias y conocimientos necesarios para dominar la manufacturación y elevar tu negocio a otro nivel.
Qué es la manufacturación
La manufacturación es el proceso de transformación de materias primas o componentes en productos acabados listos para su venta a los clientes. Este proceso suele hacerse a gran escala, utilizando maquinaria y mano de obra cualificada para crear productos de forma eficiente.
Historia de la manufacturación
Antes de la Revolución industrial, la manufacturación era un laborioso proceso en el que los productos se elaboraban meticulosamente a mano. La aparición de tecnologías innovadoras y maquinaria, como las máquinas de vapor, hizo que las empresas pudieran producir productos acabados a un ritmo nunca visto. Este cambio revolucionario hacia líneas de producción optimizadas redujo la necesidad de personal y allanó el camino para la producción en masa. Ford fue uno de los pioneros a principios del siglo XX, empleando técnicas de vanguardia para fabricar piezas y modelos con mayor rapidez.
Actualmente, los ordenadores y los aparatos de alta tecnología están revolucionando de nuevo la industria manufacturera. Para automatizar los procesos básicos y racionalizar las operaciones, las empresas buscan profesionales altamente cualificados. Y muchos de los puestos de trabajo poco cualificados se externalizan a países en desarrollo, donde la reducción de gastos generales permite a las empresas utilizar métodos de fabricación innovadores sin arruinarse.
Tipos de procesos de manufacturación
El negocio de la fabricación es claro: el propietario compra materias primas o componentes para crear un producto acabado. Para llevar a cabo una operación de fabricación con éxito, la empresa debe cubrir el coste de los bienes fabricados y satisfacer la demanda del mercado con productos que satisfagan las necesidades de los clientes.
Las fábricas suelen usar uno de estos tres métodos de producción:
Fabricación por stock (Make-to-stock - MTS)
La fábrica produce bienes para abastecer tiendas y salas de exposición basándose en la demanda prevista del mercado. Con este método, si el fabricante produce en exceso, es posible que tenga que vender el excedente con pérdidas. Por el contrario, si produce menos, corre el riesgo de perder ventas potenciales y no cubrir costes.
Fabricación sobre pedido (Make-to-order - MTO)
El productor espera los pedidos antes de fabricar los productos. Este método facilita la gestión del inventario y reduce la dependencia de los fabricantes de la previsión de la demanda del mercado. Sin embargo, los tiempos de espera de los clientes son más largos y el fabricante necesita un flujo de pedidos constante para mantener la fábrica en funcionamiento.
Fabricación para ensamblar (Make-to-assemble - MTA)
La fábrica produce componentes anticipándose a los pedidos de montaje. Este método permite al fabricante estar preparado para satisfacer rápidamente los pedidos de los clientes, pero si los pedidos no se materializan, el productor puede quedarse con un stock de piezas no deseadas.
Cada uno de estos procesos de manufacturación tiene sus propios riesgos. Un exceso de oferta, por ejemplo, puede saturar el mercado y hacer que los precios y los beneficios caigan en picado. Y una oferta insuficiente puede comportar la pérdida de oportunidades de venta y que los clientes se vayan a la competencia.
Las empresas de manufacturación deben gestionar muchas piezas para el complejo ensamblaje de un producto de calidad. Las claves para reducir el riesgo en cualquier tipo de fabricación son: minimizar los costes de producción, aplicar sólidas medidas de control de calidad y emplear excelentes estrategias de gestión de ventas.
Diferentes métodos de manufacturación
Los métodos de manufacturación de una empresa dependen del tipo de producto que elabore. Por ejemplo, el proceso de fabricación de alimentos y bebidas es diferente del de piezas de automóvil o productos electrónicos.
- Fundición. La fundición consiste en verter material fundido, como metal o plástico, en un molde para conseguir la forma deseada. Este método versátil se utiliza a menudo en las industrias del automóvil y la joyería para crear piezas intrincadas y complejas.
- Moldeo. El moldeo combina distintas técnicas para dar forma a materiales como el plástico, el caucho o el vidrio mediante moldes. Los tipos de moldeo más comunes son el moldeo por inyección, el moldeo por compresión y el moldeo rotacional.
- Conformado. El conformado es el proceso de remodelar materiales mediante deformación mecánica, a menudo con calor o presión. Suele utilizarse en metalurgia para crear componentes como paneles o tubos de chapa metálica, e implica técnicas de doblado, laminado o extrusión.
- Mecanizado. El mecanizado consiste en retirar material de una pieza para conseguir la forma y las dimensiones deseadas. Este método suele combinar fresado, torneado, taladrado y rectificado para producir componentes de precisión, por ejemplo, para las industrias aeroespacial y médica.
- Unión. La unión conecta dos o más componentes separados en una sola entidad. Suele emplear técnicas de soldadura, soldadura fuerte y unión adhesiva.
Métodos de producción habituales
Además de las distintas formas de manipulación de materiales, las empresas pueden elegir el método de producción más adecuado para sus productos.
Manufacturación por procesos
Existen dos formas principales de fabricación por procesos:
- Producción por lotes. Consiste en manufacturar componentes o productos siguiendo recetas o fórmulas estandarizadas. Es un método muy usado en la industria alimentaria y de bebidas que consiste en la creación de lotes del mismo producto.
- Producción por procesos continuos. Este tipo de manufacturación funciona en ráfagas cortas e intensas. Cuando están en producción, los fabricantes trabajan las veinticuatro horas del día y después hacen paradas técnicas periódicas para mantener el equipo y reabastecerse de materiales.
Manufacturación discreta
Este método garantiza que cada producto pueda identificarse fácilmente mediante un seguimiento meticuloso de las materias primas o los componentes utilizados en cada unidad. Suelen ser operaciones en la cadena de montaje en las que los trabajadores cumplen unos horarios establecidos y registran diligentemente el uso de materiales. En la fabricación de automóviles, por ejemplo, cada vehículo de la cadena de montaje debe ser identificable de forma única.
Manufacturación en modo mixto
Este método es una combinación de la manufacturación discreta y por procesos. Sería el caso, por ejemplo, de las comidas envasadas, en las que un proceso inicial estandarizado por lotes crea el plato. A continuación viene la fase de personalización, donde cada comida se envasa individualmente según las preferencias del cliente.
Manufacturación por encargo
Este método está pensado para las producciones especializadas y únicas que se alejan de las prácticas de fabricación estándar, con configuraciones y procesos personalizados, que a menudo requieren la adaptación de equipos existentes para satisfacer requisitos específicos. Por ejemplo, una carpintería que fabrica y vende muebles puede seguir este método para diseñar una silla a medida según las especificaciones exclusivas de un cliente.
Manufacturación repetitiva
Este método se centra en el uso de líneas de montaje especializadas para producir piezas concretas del producto final. Las piezas van pasando de una línea de montaje a la siguiente sin ningún almacenamiento intermedio, lo que permite un flujo continuo de producción y minimiza el tiempo de inactividad entre etapas.
Cómo encontrar un fabricante bueno y fiable
Encontrar al fabricante adecuado es crucial para que las empresas puedan garantizar la calidad de sus productos, así como la rentabilidad y la puntualidad de las entregas, esenciales para conseguir una ventaja competitiva y la máxima satisfacción de los clientes. Un buen fabricante puede marcar la diferencia entre una empresa próspera y la que lucha por satisfacer la demanda o mantener los estándares de calidad.
Al buscar fabricantes, hay que actuar con la debida diligencia, con un análisis exhaustivo de los posibles socios, contrastando opiniones y referencias. Conviene que sean fabricantes con experiencia en tu sector y que cuenten un historial demostrado de productos de alta calidad y entregas puntuales. Ante cualquier duda, preguntas sobre sus procesos, medidas de control de calidad y capacidad para gestionar los pedidos.
También es fundamental tener una buena relación con el fabricante, estableciendo una comunicación clara, basada en la confianza mutua y en un compromiso compartido con la calidad, para contribuir al éxito de la colaboración.
Manufacturación y cadena de suministro
Aunque la manufacturación es la columna vertebral del proceso de producción, no funciona de manera aislada: transforma las materias primas en productos acabados, listos para su distribución, pero forma parte de una cadena de suministro más amplia, una red compleja que precisa una gestión meticulosa. Hay un sinfín de piezas móviles que participan en el proceso de manufacturación, distribución y envío. Si falta o falla una pieza del rompecabezas, todo puede paralizarse.
Optimizar todos y cada uno de los componentes de la red de fabricación y la cadena de suministro es fundamental para aumentar la eficiencia y garantizar que los clientes reciban el producto adecuado a tiempo. Esto implica planificar la adquisición de materias primas, coordinar las actividades de manufacturación, administrar el inventario y gestionar la distribución de los productos acabados. El hecho de racionalizar estos procesos tan interconectados hace que la gestión de la cadena de suministro suponga una reducción de los plazos de entrega, una rebaja de los costes y una mejora del rendimiento general.
La integración de la fabricación en la cadena de suministro es pone de manifiesto en todas las fases:
- La adquisición y el aprovisionamiento son fundamentales para disponer de materias primas de alta calidad a precios competitivos.
- Las instalaciones de manufacturación transforman estas materias primas en el producto acabado.
- La gestión de inventario ayuda a las empresas a mantener los niveles de existencias necesarios para satisfacer la demanda y, al mismo tiempo, a reducir al mínimo el exceso de stocks.
La manufacturación también usa soluciones de logística y distribución para garantizar que los productos se entreguen puntualmente a los clientes. Esto implica coordinar el transporte, optimizar las operaciones de almacén y aplicar estrategias de distribución eficaces para que toda la cadena de suministro funcione como un engranaje perfecto.
La manufacturación actúa como un eje dentro del ecosistema más amplio de la cadena de suministro, como enlace entre los proveedores y los clientes finales. Todo ello, garantizando un flujo continuo de mercancías, desde las materias primas hasta los productos acabados.
Control de calidad en la manufacturación
En un mercado actual altamente competitivo, los consumidores esperan la excelencia. Para satisfacer las exigentes expectativas, los fabricantes deben instaurar medidas y procesos rigurosos para mantener la calidad del producto en todas las fases de producción.
A continuación te detallamos algunas medidas que puedes aplicar para cerciorarte que tus productos cumplen los estándares más exigentes.
Inspecciones de control de calidad
Deben realizarse inspecciones de calidad en varios puntos de la producción para detectar defectos y desviaciones lo antes posible. Inspectores formados examinan meticulosamente los componentes, subconjuntos y productos acabados, comparándolos con rigurosos criterios de calidad para garantizar que se cumplen las especificaciones exigidas.
La pronta identificación y resolución de problemas puede evitar el suministro de productos defectuosos al mercado y reducir el riesgo de posteriores retiradas y devoluciones, de alto coste.
Protocolos de ensayo
Las pruebas proporcionan a las empresas pruebas empíricas sobre el rendimiento de los productos. Realizar una serie de pruebas adaptadas a un producto específico y a las normas del sector —incluyendo pruebas de estrés mecánico, pruebas de conductividad eléctrica y pruebas de durabilidad— puedes verificar que tus productos funcionan según lo previsto y que, por consiguiente, cumplirán las expectativas de los clientes.
Con unas pruebas rigurosas, podrás identificar posibles problemas y obtener información muy valiosa para el futuro desarrollo y mejora de los productos.
Cumplimiento de normas y reglamentos
El cumplimiento de las normas vigentes demuestra el compromiso de tu empresa en la manufacturación de productos seguros y fiables, sea la ISO 9001 de sistemas de gestión de calidad, de las normas ASTM de materiales u otras normativas específicas del sector como las directrices de la FDA para dispositivos médicos. Estar al día de las normativas más recientes y asegurar su cumplimiento en todos los procesos de manufacturación te ayuda a proteger a los clientes, a mejorar tu reputación y a incrementar tu cuenta de resultados.
Iniciativas de mejora continua
La calidad no es un objetivo estático, sino un trayecto de mejora continua. Los fabricantes deben adoptar metodologías de mejora constante como Six Sigma y Lean Manufacturing (producción ajustada) para detectar procesos ineficientes, eliminar residuos y optimizar los procesos rápidamente.
Fomentar una cultura de mejora continuada te abre las puertas a crear mejores productos, adelantarte a la competencia y adaptarte con agilidad y precisión a las cambiantes demandas del mercado.
La manufacturación del futuro
Si bien es verdad que la industria manufacturera ha avanzado enormemente en las últimas décadas, la sigue enfrentándose a numerosos retos. En un contexto de incertidumbre económica, escasez de mano de obra cualificada y reiteradas interrupciones de la cadena de suministro, los fabricantes tienen mucho trabajo por delante en 2024.
Sin embargo, no podemos obviar que los avances tecnológicos han ayudado a las empresas a superar muchos de estos retos y, a la vez, permiten ofrecer experiencias innovadoras a los clientes.
A continuación explicamos algunas de las tendencias que podemos esperar ver en un futuro no muy lejano.
Producción personalizada
La producción personalizada —también conocida como personalización masiva— tiene en cuenta las preferencias individuales de los consumidores para ofrecer, a gran escala, productos a medida. Es justo lo contrario de la fabricación de productos estandarizados en grandes cantidades. Según un estudio de McKinsey (en inglés), las empresas que destacan en personalización generan un 40% más de ingresos por esta actividad con respecto a la media. Esta tendencia ha llegado también a la industria manufacturera.
Gracias al uso de tecnología específica y herramientas avanzadas, los fabricantes pueden suministrar pedidos complejos de clientes. Algunas de las tecnologías más usadas son la impresión 3D, la robótica y el análisis de datos, que permite a los fabricantes tener un alto grado de agilidad y flexibilidad durante toda la producción sin incurrir en costes prohibitivos. Como los consumidores cada vez piden más productos únicos y personalizados, los fabricantes que se adapten antes a esta tendencia obtendrán una ventaja competitiva.
Biomanufacturación al alza
La biomanufactura —también conocida como biofabricación, bioprocesamiento o fabricación biotecnológica— consiste en utilizar sistemas biológicos, como células o microorganismos, para producir bienes que van desde productos farmacéuticos y biocombustibles hasta alimentos y cosméticos.
La principal ventaja de la biomanufactura es su sostenibilidad. A diferencia de los procesos de fabricación convencionales, que a menudo dependen de combustibles fósiles y generan emisiones nocivas, la biomanufactura utiliza recursos renovables y es respetuosa con el medio ambiente. También ayuda a producir moléculas y materiales complejos que son difíciles —o imposibles— de sintetizar con los métodos químicos tradicionales.
Este nuevo método de fabricación será especialmente importante en las industrias de rápida evolución que experimentan fluctuaciones de la demanda o una rápida evolución de los requisitos de los productos. De hecho, se estima que el mercado de la biomanufactura crecerá hasta superar los 85.000 millones de dólares, frente a los 18.000 millones en 2020.
Servitización
La servitización permite a los fabricantes ampliar sus fuentes de ingresos, ofreciendo servicios junto a los procesos de manufacturación tradicionales. Pueden ser servicios esenciales, como el suministro de productos posventa y piezas de repuesto, servicios de mantenimiento como reparaciones, formación o supervisión, así como contratos de asistencia al cliente y contratos de resultados.
Incluir la servitización permite a los fabricantes establecer unas relaciones más sólidas y lucrativas con sus clientes, al tiempo que crea nuevas fuentes de ingresos recurrentes. Esta tendencia es especialmente relevante en sectores de productos con ciclos de vida extensos, como la maquinaria, equipos o vehículos.
Fábricas inteligentes
Un reciente sondeo de Deloitte (en inglés) que investigaba las perspectivas de la fabricación en 2024, situaba a las fábricas inteligentes como una de las principales prioridades. En un contexto de incertidumbre económica y de aumento de los costes, la industria manufacturera debe apoyarse en tecnologías digitales para automatizar los procesos de manufacturación en las fábricas. Alrededor del 83% de los fabricantes cree que las soluciones de fábricas inteligentes transformarán la forma en que se fabrican los productos en cinco años. De hecho, ya estamos empezando a ver cómo los fabricantes implementan herramientas nuevas e innovadoras para automatizar los procesos.
Las fábricas inteligentes aprovechan el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático para crear entornos de fabricación inteligentes y conectados. Las fábricas inteligentes pueden optimizar los procesos de producción, reducir el tiempo de inactividad y mejorar la eficiencia global gracias a la recopilación y el análisis de datos de toda índoles. Es más que probable que las fábricas inteligentes se conviertan en la norma más que en la excepción a medida que la industria manufacturera se vuelve cada vez más competitiva.
Preguntas frecuentes sobre manufacturación
¿Cuál podría ser un ejemplo de manufacturación?
La producción de automóviles es un buen ejemplo de manufacturación. Este proceso incluye varias actividades, como el diseño y la ingeniería del vehículo, la adquisición de las piezas y materiales necesarios, el montaje de las piezas y la prueba e inspección del producto acabado.
¿En qué se diferencian la manufacturación y la producción?
La principal diferencia entre manufacturación y producción es que la manufacturación convierte las materias primas o los componentes en productos acabados mediante diversos procesos, y la producción se refiere a la creación de bienes utilizando recursos como la mano de obra y la tecnología. La manufacturación es un subconjunto de la producción, que abarca un ámbito mucho más amplio y a menudo se utiliza para referirse a otras actividades, como la agricultura o la construcción.
En otras palabras, toda manufacturación es producción, pero no toda producción es manufacturación. Por otro lado, la producción puede hacer referencia a cualquier proceso que cree valor, mientras que la manufacturación se dedica específicamente a la creación de bienes tangibles mediante la transformación de materias primas o componentes.
¿Qué es la manufacturación simple?
La manufacturación simple utiliza métodos de producción, maquinaria y procesos básicos para fabricar bienes. Suele consistir en el ensamblaje directo de artículos que no necesitan un alto grado de personalización o sofisticación, como textiles básicos, muebles de madera, componentes metálicos sencillos o alimentos fabricados a pequeña escala.
Aunque es posible que la manufacturación simple no sea tan eficiente o escalable como los métodos de fabricación más avanzados, puede desempeñar un papel esencial en industrias y mercados específicos, especialmente en economías en desarrollo o nichos de mercado en los que se valoran la personalización y la calidad artesanal.