En México todos conocemos a un vendedor. De seguro, tu tía tiene una papelería de cochera o eres primo lejano del dueño de Sanborns. Así es este país, todos tenemos algo que ofrecer. Y desde los pequeños vendedores que comercian con sus delicias al pasear por la calle hasta los grandes empresarios todos están haciendo lo mismo: movilizar nuestra economía.
Han sido años los que mi amiga Azucena ha tenido el sueño de poner una tienda de ropa y accesorios. Aunque también tuvo el sueño de inventar un exprimidor de ajos hasta que lo vio de oferta en el supermercado. Ese es el problema, si te quedas sentado soñando alguien que está siendo más activo te gana la partida. Alguna vez al teléfono, cuando todavía usábamos nuestras líneas de casa, mi amiga me dijo: ¿te imaginas cuánto dinero tiene el señor al que se le ocurrió hacer los cerillos? Yo la convidé a cambiar el tema porque sentí (y ahorita que me acuerdo lo vuelvo a sentir) un pequeñito dolor en el estómago nada más de pensar en lo que yo no he inventado, ergo, en el dinero que no tengo.
Inventar algo es fácil, pensarlo, pero hacerlo es más complicado.
La gran Azucena también tuvo, en algún momento la idea de diseñar zapatos y triunfar a lo grande con los más importantes modistos en París. Pero tampoco se hizo nada con ese sueño.
Hasta hace algunos años, si querías hacerla en grande necesitabas tener algo sólido para empezar. Y claro, están las historias de aquellos que empezaron negocios millonarios con dos dólares, pero no son tantas. De manera que para soñar, en el escenario nacional de hace un par de décadas, se necesitaba haber nacido en una familia con amplios recursos económicos o buscarse un buen socio. Ahora no. Todos, o casi todos, tenemos acceso a una computadora o un gadget con internet.
Con el simple acceso a cualquier dispositivo que pueda conectarse a internet se puede hacer un negocio. Ni siquiera necesitas contar con el servicio tú mismo, si estás empezando de cero puedes tomar el internet de un lugar público. Hoy, lo único que hace falta para iniciar un negocio de éxito es querer hacerlo. El mercado de las ventas electrónicas sigue siendo un universo económico relativamente nuevo, pero ya cuenta con una historia y crecimiento tales que se puede transitar en él con buenos resultados. Por supuesto, como se hace también en el mundo real, hay que tomar precauciones para no caer en trucos de sitios poco honestos, pero ya se sabe cómo hacerlo. Las páginas recomendables te ofrecen candado de seguridad, te solicitan contraseñas para tu acceso, te proveen de datos para contactar con sus manejadores, en fin, ya no son seres imaginarios e inalcanzables.
Ahora, si la pregunta es ¿qué puedo vender? Te informo que el mexicano compra música, películas, ropa, accesorios y computadoras, pero también hace el súper desde casa o envía regalitos a los amigos que viven lejos. De tal manera que México es un mercado que conviene al empresario. El terreno electrónico da presencia, difusión, universalidad, abarata costos, aligera infraestructura, permite horarios de 24/7 y agiliza los procesos. Sitios como Shopify permiten vender en línea creando una tienda virtual con opciones que construyen una estrategia comercial completa. Te permite estar cerca de los clientes más diversos y puedes hacer crecer tu negocio sincronizando órdenes, productos, clientes y ventas desde ya.
Con opciones como Shopify te olvidas de llamarle al albañil para que venga a darle una resanada al local, no hay recibo de agua, ni gente que entra a tu negocio a probarse la ropa (desordenándolo todo) pero no compra nada. Te ahorras un montón de problemas y camiones de dinero. Literalmente, puedes poner una tienda sin hacer inversiones cuantiosas, limitando el riesgo de pérdidas de tu negocio al mínimo.
Y es que se sabe que el mercado electrónico es lo de hoy. Todos hemos escuchado o dicho en algún momento “mejor búscalo en línea, seguro lo encuentras más barato”. Y es que es un asunto de mera lógica: al no haber gasto de infraestructura, personal, ni mermas por manejo; la ganancia será mayor, las pérdidas menores por ende los precios más accesibles.
La Asociación Mexicana de Internet, A.C. (AMIPCI) reporta que el mercado mexicano compra y vende con seguridad en sitios nacionales aunque también hace uso de webs extranjeras. Los estudiosos del tema comentan que tanto mujeres como hombres, mayores de edad, hacen uso de estos espacios y aún los mexicanos mayores de 55 años están entrando a la puja por las mejores ofertas. La asociación indica un nivel de confianza de 95% en estas transacciones. ¡Nada despreciable!
En México los comercios importantes están participando proporcionando información relevante para los estudios del mercado con mucho interés. Y es que saber cómo se está comportando este ámbito de la economía electrónica nacional es de tremenda utilidad tanto para la industria del comercio como para la clientela. Al conocer la consolidación de los sitios relacionados con compra venta se puede contar con la seguridad de acceder a estas páginas sin temores. Para que no te pase como a un amigo al que le decíamos que compró su libro carísimo en un sitio imaginario. La broma era producto, como casi siempre lo son las bromas, de una realidad que se vivía al momento: comprar en línea no era seguro. Pero las cosas han cambiado y lo han hecho para bien.
Para 2013 hubo una producción de 121 600 000 millones de pesos, una cifra que provino de las transacciones comerciales en línea cuyo aumento fue de un 47% respecto de 2011 y 52% en relación a 2012. Los descuentos, meses sin intereses, obsequios, oportunidades de rembolso y envíos gratuitos son algunos de los servicios que dan fuerza a las empresas que comercian por la vía electrónica. Sobre todo en Noviembre y Diciembre que son los meses más fuertes para el comercio en línea mexicano. En serio, se registran altas del 12 y 22 por ciento respectivamente mientras que se mantiene en un 7% durante el mes de Enero, el más tranquilo del año en este mercado.
Los dejo, le voy a mandar un mensaje a Azucena: necesita checar Shopify.